Artículo original por: Christian G. Ramos Segarra, EL VOCERO / 10 de febrero de 2020
El no hacer nada representa el perderlo todo ante cualquier otro fenómeno atmosférico.
El pasado año, el Código de Seguros de Puerto Rico fue enmendado para buscar mayores protecciones a los asegurados, entre las que están incluidas las protecciones por terremoto.
Entre las enmiendas resalta una nueva cubierta de micro seguro a bajo costo con beneficios definidos, el cual podría entrar en vigor previo al inicio de la próxima temporada de huracanes.
La Ley 246 de 2018 -promulgada por el exgobernador Ricardo Rosselló- autorizó una nueva cubierta contra eventos catastrófico con beneficios definidos para ciudadanos de escasos recursos que no puedan costear un seguro o cuyas residencias por ser informales no cualifican para los productos tradicionales.
Actualmente, sobre el 47% de la población puertorriqueña vive bajo los niveles de pobreza y no pueden costear una protección contra emergencias. A esto se suma, que existen sobre 200 mil residencias, habitadas en su gran mayoría por este segmento, que no cumplen con los parámetros de construcción y que, por tanto, no pueden ser aseguradas. Muchas de ellas, fueron de las que FEMA no les concedió la ayuda para la reestructuración de la propiedad.
“Para esas personas de escasos recursos, se aprobó la ley de micro seguros. Se acabó de hacer su reglamento para implementarlo y es un seguro inclusivo para eventos catastróficos que brinda cubiertas básicas por un precio económico que no debe pasar de $350 al año. Esto permite proteger a las personas que viven en residencias informales”, detalló el hoy excomisionado de seguros, Javier Rivera Ríos previamente a este rotativo.
Pese a los avances, el excomisionado comentó que, basado en la experiencia de la devastación ocasionada por el huracán María, aún hay espacio para mejorar. “Nos dimos cuenta de que había mucha pérdida no asegurada y otras que estaban mal aseguradas. Hay que educarse para estar debidamente asegurados. Es importante que la persona entienda que para terremoto el deducible es mayor y que puede llegar hasta el 5%, pero es una póliza sumamente necesaria por lo impredecible de la situación”, sostuvo.
Luis Negrón, vicepresidente senior de Technical Area, Property and Casualty de Mapfre, explicó que el pago dependerá del valor asegurado de la propiedad y si está asegurada adecuadamente la propiedad. La OCS aconseja asegurar el hogar, al menos, por el ochenta por 80% de su valor de reemplazo, teniendo en cuenta que el valor del terreno no debe ser incluido en el cómputo.
Necesario seguir los códigos de construcción
En Puerto Rico, la construcción de viviendas sin tomar en cuenta los debidos códigos de construcción fluctúan entre un 40% a un 54% del total de las estructuras existentes.
El presidente de la Comisión de Terremotos del Colegio de Ingenieros y Agrimensores de Puerto Rico, Félix Rivera Arroyo, indicó que este panorama aumenta la necesidad de una póliza de seguro. “Hay que seguir unos parámetros mínimos que garanticen una estructura más sólida que pueda soportar un terremoto”, insistió.
El código de construcción fue actualizado en 2018 tras la devastación ocasionada por el huracán María, por lo que Rivera entiende que no debe haber muchas construcciones que cumplan con los nuevos requisitos, que son más rigurosos y garantizan mayor seguridad. Aclaró que los previos no eran malos, pero que los ajustes realizados eran necesarios para mayor resiliencia.
Acorde con Silvio López, presidente de la Asociación de Banqueros Hipotecarios, del inventario de viviendas en la Isla, entre un 70% a un 80% de las propiedades actuales datan de sobre 30 a 40 años de construidas, muchas de las cuales ya no cumplen con los códigos actuales de construcción. A ello se suma, que el 50% de las propiedades existentes se trata de construcciones informales. “Esto demuestra la necesidad de vivienda nueva que tiene este País. Proyectos que cumplen con los nuevos requisitos de construcción. Hacia futuro, la Isla se tiene que mover hacia vivienda segura”.